La construcción de un amplio paso subterráneo es la solución adecuada. Las obras están provocando numerosos trastornos de movilidad entre los residentes de Arco de Ladrillo, Puente Colgante, Recondo y las calles situadas junto a las vías férreas

El entorno del Arco de Ladrillo precisa de una transformación para solucionar de forma definitiva uno de los puntos más problemáticos de la ciudad, y para conseguirlo el Grupo Municipal Socialista propone que se acelere el proyecto que contempla la demolición del viaducto y su sustitución por un amplio paso subterráneo con capacidad para vehículos, ciclistas y peatones. Así lo ha planteado Óscar Puente, quien junto a otros concejales del PSOE ha visitado la zona donde el Ayuntamiento realiza obras de mantenimiento, que ha calificado como “parches”.

 

Una de las ventajas de la propuesta del PSOE es que la redacción del proyecto está en marcha y, por tanto, es viable su licitación el próximo año 2024. “Planteamos una infraestructura nueva, propia del siglo XXI, que solucione de forma adecuada y definitiva el problema. Para ello, se debe derribar el viaducto y construir el túnel amplio y moderno que permita una buena comunicación entre los dos lados de las vías férreas. Valladolid no puede esperar más para adoptar la solución más adecuada en el punto de la ciudad que más tráfico soporta, 20.000 vehículos al día”, según ha propuesto el presidente del Grupo Municipal Socialista, Óscar Puente. La actuación está prevista en la Integración Ferroviaria promovida por la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, formada por el Ayuntamiento, la Junta y la Administración Central.

Las obras que se realizan en la actualidad están encaminadas a la prevención de la caída de cascotes y la reparación parcial de la estructura. Las reparaciones puntuales de los últimos años -incluido 2023- han supuesto un coste aproximado de 1 millón de euros.  Pero esta actuación debería ser provisional porque la malla con la que se revisten los pilares ni siquiera garantiza nuevos desprendimientos, según advierte el Grupo Municipal Socialista. En definitiva, las obras de mantenimiento no deben condicionar la puesta en marcha de la solución idónea.

 

Secuelas en el tráfico y en los peatones

 

La realidad es que la actuación que realiza el Ayuntamiento de Valladolid en la actualidad, además de no solucionar el principal problema, está generando trastornos a los vecinos del entorno y a los conductores que aparcan junto al viaducto. Las secuelas afectan a la circulación y a los peatones. Los cambios en el tráfico desde el inicio del verano son constantes y los conductores circulan desorientados por las calles del entorno porque de un día a otro pueden aparecen nuevas prohibiciones y nuevas señales.

El entorno de Arco de Ladrillo a ambos lados de las vías férreas es una de las zonas de la ciudad con mayores complicaciones. A causa de las obras se han registrado problemas, de un lado, en las calles Puente Colgante, Recondo y San José. Y por la otra vertiente en las calles Arco, Guadalajara, Mikado, Santa Fe, Lille, y naturalmente el Paseo Arco de Ladrillo. Los residentes en estas calles y los vecinos de la Plaza Ferroviarios soportan a diario las molestias que provoca esta actuación que no aporta ninguna solución definitiva. También están afectadas las personas que se desplazan a realizar gestiones en el edificio de la Seguridad Social de la calle Boston.

 

Con la propuesta que defiende el PSOE toda la ciudad saldría beneficiada y especialmente los vecinos de esa zona de Valladolid, que podrían pasear por las vías que ahora utilizan miles de coches, camiones, autobuses y toda clase de vehículos. La transformación del entorno de Arco de Ladrillo es la solución más adecuada y es viable.