La decisión del actual equipo de gobierno perjudica la salud de los vallisoletanos y va en dirección contraria al modelo urbano sostenible que impulsa la Unión Europea
El nuevo equipo de gobierno formado por PP y Vox sigue sin razonar por qué desea suprimir los carriles para ciclistas y los carriles para autobuses y taxis que están propiciando una movilidad sostenible en Valladolid. En consecuencia, el Grupo Municipal Socialista ya está elaborando las alegaciones contra el desmantelamiento del espacio reservado para bicis y el transporte público.
El PSOE argumentará los beneficios que en la salud de los ciudadanos está propiciando el modelo de movilidad sostenible implantado en el periodo de Óscar Puente en la Alcaldía de Valladolid. Además, las medidas impulsadas en la anterior legislatura municipal favorecen el desplazamiento de los peatones, el transporte público con AUVASA (dependiente del Ayuntamiento de Valladolid), la circulación de los taxis, el uso de la bicicleta, y la utilización racional del coche particular.
En el documento que está redactando el Grupo Municipal Socialista se suman más argumentos. A las razones basadas en la mejora de la salud de las personas se añaden los perjuicios que provocaría la destrucción de los carriles específicos para ciclistas y el transporte público: más ruido, más contaminación y un empeoramiento de la velocidad comercial en AUVASA. Los usuarios del autobús tardarían más tiempo en llegar a sus destinos.
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Valladolid, presidida por Jesús Julio Carnero, aprobó el 17 de julio “el proyecto de derogación parcial y modificación de la Ordenanza Municipal para establecer determinados carriles de uso restringido en Valladolid, carriles bici y carriles bus taxi”.
La Ley de Cambio Climático, aprobada en 2021, obliga a 149 ciudades españolas que superan los 50.000 habitantes a implementar ordenanzas de movilidad para restringir el uso de los automóviles y reducir así los índices de contaminación. Sin embargo, a día de hoy son pocos los ayuntamientos que cumplen esta normativa y cada vez más municipios gobernados por el bloque de la derecha y la extrema derecha retroceden en este tipo de políticas.
En el anterior proceso abierto tras la constitución de la nueva Corporación Municipal –“consulta pública”- se presentaron 1.664 alegaciones. Y los datos evidencian que la inmensa mayoría de los ciudadanos y asociaciones respaldan la situación actual y, en consecuencia, rechazan la derogación. En concreto, 1.523 alegaciones (el 91,5%) fueron contrarias a cualquier supresión de los carriles bici y carriles bus; 78 se manifestaron a favor de la derogación y 63 plantearon cuestiones ajenas al tema.
El Grupo Municipal Socialista reprocha la incoherencia y las contradicciones del equipo de gobierno porque sus medidas de movilidad provocarán un aumento de la contaminación y al mismo tiempo se reconoce el impacto del coche particular en el deterioro de la calidad del aire. Precisamente, este verano, tanto en julio como en agosto, el Ayuntamiento de Valladolid ha recomendado el uso del transporte público y algo más: “Es importante, para no tener que activar medidas más restrictivas, que se reduzcan todo lo posible el uso de vehículos de combustión para el transporte privado”.
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