Óscar Puente advierte del efecto contagio de la censura: “Nos preocupan los creadores locales porque son el eslabón más débil”

En el primer pleno ordinario del mandato el presidente del Grupo Municipal Socialista, Óscar Puente, lo ha dejado claro: habrá vigilancia para garantizar que los nuevos gestores políticos del Ayuntamiento de Valladolid no se inmiscuyan en los eventos culturales ni en las decisiones que adopten las instituciones culturales de la ciudad.

 

“En la sesión constitutiva de la actual corporación expresamos el temor de que VOX gestionase nuestro festival de cine. Se trataba tan solo de un ejemplo, el más gráfico, de la cultura de nuestra ciudad que conforme señalaban los rumores, pues el pacto gobierno se ocultó hasta el lunes posterior, era VOX, quien iba a encargarse de la cultura en nuestra ciudad. Ese temor debía ser compartido por el actual alcalde o quizá tomó conciencia de él al escucharnos, pues decidió realizar una maniobra verdaderamente estrambótica: entregar la gestión cultural de la ciudad a VOX, pero sin la SEMINCI.

 

Desde ese día hasta hoy nuestros temores no han hecho más que confirmarse, hasta el punto de que hemos convenido necesario que este pleno realice un pronunciamiento inequívoco en defensa de la cultura, de la libertad de los creadores, de la necesidad de preservar ese espacio de injerencias partidistas, de la necesidad de no cercenar sus posibilidades asfixiándolo económicamente. De ustedes depende que nuestros temores se disipen, al menos en parte, apoyando esta moción. Hace una década hubiera sido impensable tener que realizar un pronunciamiento de este tipo. Tal es así que esta moción hubiese revestido carácter institucional pues hubiera sido apoyada por todos los grupos sin dudar. Estamos expectantes respeto a lo que pueda suceder hoy.”

 

Tras las intervenciones de los otros portavoces Óscar Puente replicó citando ejemplos concretos de censura:

 

“Voy a hacer una narración de algunos de los hechos acaecidos en este país en tan solo un mes desde la conformación de los ayuntamientos elegidos en las elecciones del 28-M y algunos anteriores que nos sirven de antecedentes:

 

La Comunidad de Madrid decidió cancelar una obra teatral de Paco Becerra sobre la vida de Santa Teresa de Jesús. No le pareció muy mal esa obra a la Sociedad General de Autores cuando le concedió el Premio Jardiel Poncela de Teatro en su trigésima edición. Paco Bezerra, el autor, es premio Nacional de

Teatro y Premio nacional de literatura dramática. Es el primer censurado de la lista. Cabe reseñar que su obra surge de un encargo de la propia Fundación de Santa Teresa con ocasión del 5º centenario de su nacimiento en el año 2014. El texto basado en la propia vida de Santa Teresa contada por ella misma… comete la osadía de contarnos con todo lujo de detalle, en qué lugares se encuentran repartidas todas las partes de su cuerpo, siendo particularmente perturbadora la narración del periplo recorrido por su mano incorrupta que Francisco Franco tuvo en su habitación durante 40 años y que llegó a formar parte de su equipaje de viaje. Nos cuenta cómo fue juzgada por tener la osadía de escribir un libro, algo terminantemente prohibido a las mujeres de su época. Nos cuenta su obsesión, escrita por ella, por crear un lugar donde los bienes sean comunes y el rango social carezca de importancia.

 

El Ayuntamiento de Valdemorillo, en manos de PP/VOX, ha decidido censurar la representación de Orlando, de Virginia Wolf. El antecedente más reciente de una censura a este texto lo encontramos en 1944 cuando se prohibió durante el Franquismo, no siendo hasta 1978 que se pudiera ya comercializar en nuestro país. Se han cancelado 3 funciones de Ann Perelló en Palma. O la representación de Romeo y Julieta en Jaén, la misma que tuvo lugar esta temporada en el teatro Calderón protagonizada por Ana Belén y José Luis Gómez.

 

Todas estas cancelaciones tienen un elemento común. Las administraciones censurantes están gobernadas por el PP o por el PP y VOX. Pero este no es el único. En todas ellas se han invocado razones económicas o administrativas para acordar la cancelación.

 

Se censuró una obra en Briviesca que homenajeaba Antoni Benaiges, profesor de la escuela rural de Bañuelos de Bureba, a cinco kilómetros de Briviesca, que prometió a sus alumnos que en verano les llevaría a Cataluña para conocer el mar, pero que no pudo cumplir su promesa porque fue fusilado en julio de 1936.

 

No solo se han censurado textos teatrales, sino que se han censurado películas de Pixar , como Buzzligthyear en el municipio de Bezana. Se ha paralizado un concierto en Murcia porque la artista mostrase sus pechos, con lo que le gusta a la gente de Vox Sabrina Salerno.

 

La censura no solo se limita a los municipios en los que PP o PP y VOX gobiernan, sino que pretende extenderse a aquellos en los que no lo hace, como es el caso de Getafe, en el que VOX ha exigido la retirada de una obra de Lope de Vega (La Villana de Getafe) por sus insinuaciones sexuales.

 

Podrán ustedes decir que todos estos son solo casos aislados que no responden a un patrón común de conducta de todos los gobiernos de derecha o ultraderecha de este país. Sin embargo, nuestra preocupación de que sí lo sean no es infundada.

 

En un partido en el que nadie decide nada sin consultar a su dirección nacional, hay que escuchar con atención lo que está dirección nacional dice para extraer conclusiones respecto a lo que puede ser el comportamiento de toda la organización.

 

Y qué dice esa dirección. “Hemos llegado aquí, sí, para cancelar sus programas culturales. Los hemos cancelado, los vamos a cancelar y los cancelaremos. Que no tengan ninguna duda.”. Esto decía un envalentonado Santiago Abascal hace exactamente 4 días.

 

Pero el problema no es solo VOX, es el efecto contagio que esta fiebre tardofranquista está trasladando al propio PP. Esas son nuestras preocupaciones y de ahí la necesidad de aprobar esta moción como muestra de compromiso de esta corporación en una ciudad cultural por excelencia, para que tan lamentables políticas no se produzcan aquí.

 

El presidente del Grupo Municipal Socialista concluía citando a un actor de la tierra:

 

“Hemos llegado a un país en el que la extrema derecha nombra de vicepresidente y consejero de Cultura de un Gobierno autonómico a un torero, un torero que no es precisamente Ignacio Sánchez Mejías. Apaga y vámonos. Si en aquella época, alguien le cuenta a Saura o Patino que con el correr del tiempo un torero franquista (él se reconoce así, no lo digo yo) sería un representante electo en España se habrían dicho a sí mismos: «Entonces, ¿para qué estamos haciendo todo esto? ¿Para que los nietos de los responsables de esta ruina sigan proclamando que ellos son los vencedores?». Esta es buena prueba de que nuestra democracia ha fracasado.”

 

Estas palabras no son mías, son de otro vallisoletano, Emilio Gutiérrez Caba. He tratado de buscar en su biografía algún indicio de filiación política. No lo he encontrado. No pertenecía al llamado sindicato de la ceja y jamás se ha posicionado en favor de una u otra opción política. Por eso he traído este reciente testimonio a colación. Se trata solo de un hombre de cultura. Su bisabuelo, Pascual Alba, ya pisaba los escenarios a mediados del siglo XIX. Su abuela Irene Alba debutó sobre los escenarios en 1878 a la edad de 11 años. Sobrino nieto de la cantante de Zarzuela Leocadia Alba. Hijo del actor Emilio Gutiérrez y la actriz Irene Caba. Sobrino de la actriz Julia Caba, y hermano de las actrices Irene y Julia Gutiérrez Caba.

 

En fin, con semejante historial, reflexionen sobre sus palabras. Nosotros estaremos vigilantes. Hoy ha sido una moción, pero no dudaremos en convocar un pleno extraordinario en el caso de que observemos que pretenden ustedes llevar a efecto el programa cultural del Sr. Abascal. Muchas gracias.”

 

La moción del GMS insta al Ayuntamiento de Valladolid a cumplir los siguientes compromisos: 

 

  1. Salvaguardar el derecho a la libertad artística, de creación y de exhibición, evitando cualquier forma de censura, limitación de libertad de expresión del artista, y la discriminación o exclusión por razones políticas en un espacio pú

 

  1. Garantizar la neutralidad crítica de las instituciones municipales en la toma de decisiones respecto a las ofertas artísticas y culturales.

 

3.Mantener una estructura administrativa idónea y sin duplicidades que permita a las diferentes iniciativas culturales y creativas municipales, contar con los medios y recursos técnicos, jurídicos, económicos y humanos necesarios para seguir avanzando por la senda actual de la excelencia.

 

4.Destinar recursos económicos a los diferentes colectivos y artistas para potenciar y promover la creación y exhibición de artes escénicas, artes vivas, producciones literarias, plásticas, musicales, cinematográficas y audiovisuales.

 

  1. Reforzar el apoyo institucional a las diferentes actividades culturales, programadas por el Ayuntamiento, recabando el apoyo de la Junta de Castilla y León en la defensa de la independencia de creación y exhibición como señas de identidad que son de nuestra ciudad.

 

La propuesta ha sido rechazada con los votos del Partido Popular y Vox, pero el Grupo Municipal Socialista seguirá defendiendo los eventos y las entidades culturales de Valladolid durante los próximos cuatro años en todos los ámbitos. La intervención de Óscar Puente -aplaudida por el público que llenaba hoy las gradas del Salón de Plenos- ha servido para reafirmar el compromiso del PSOE con la CULTURA.