Óscar Puente: “El gobierno municipal debería conservar las infraestructuras que tiene el Ayuntamiento, como estaba previsto, en lugar de derrochar 7 millones de euros en el entorno del Poniente”

El puente de Santa Teresa, en la Rondilla, inaugurado justo antes de las elecciones municipales de 2011, presenta en la actualidad una imagen propia de una obra inacabada o parcheada. Ante el deterioro actual, el Grupo Municipal Socialista -recogiendo las demandas de los vecinos del barrio – plantea una actuación integral, según lo tenía previsto el Ayuntamiento desde hace cinco meses a través del Contrato de Conservación.

 

El material empleado en ese puente no era el adecuado, a tenor del deterioro progresivo que obligó a una reparación continua prácticamente desde los primeros años. A raíz del accidente registrado el pasado 29 de marzo, cuando una ambulancia invadió el paso peatonal destrozando las tablas de madera, el gobierno municipal presidido por Óscar Puente tomó la decisión de levantar todas las tablas y aprovechar la ocasión para realizar una reparación más funcional y amable con los viandantes. La zona es propicia para utilizar materiales más resistentes, instalar nuevas jardineras, bancos y reubicar las farolas. Esta actuación facilitaría el mantenimiento de todos los elementos. Por tanto, el GMS insta al nuevo equipo de gobierno a que no paralice las obras previstas.

 

Aunque se trata de un “puente que lleva de ningún sitio a ninguna parte” – fue la expresión más utilizada cuando al PP se le ocurrió esta obra-, el PSOE llama la atención sobre la obligación que tiene el Ayuntamiento de conservar adecuadamente todas las infraestructuras y, en consecuencia, solicita que se ejecuten los planes previstos. La rotura de las tablas y el estado de la zona peatonal de cemento son muestras del deterioro del “puente de los chapones”, como lo denomina la Asociación Vecinal Rondilla.

 

El presidente del GMS, Óscar Puente, reclama al nuevo gobierno del PP y Vox que se centre en las prioridades que necesita la ciudad: “El tiempo ha demostrado que este puente, además de costoso, era innecesario, pero fue un desembolso que realizó en su día el Partido Popular en contra de la opinión de los vecinos. Ahora, debe haber un mantenimiento, que resultará en todo caso más barato que los 7 millones de euros que costará la remodelación del puente del Poniente y la sustitución del carril bici en el Paseo de Isabel la Católica o cualquier otra ocurrencia”.

 

“Hay un denominador común, que es la utilización partidista de las actuaciones del Ayuntamiento de Valladolid. Hace 12 años los populares inauguraron esta obra, justo antes de las Elecciones Municipales de 2011, y ahora el nuevo alcalde promete otras actuaciones innecesarias -¡qué coincidencia!- en vísperas de las Elecciones Generales de 2023,  a las que Jesús Julio Carnero concurre  además como candidato al Senado. Los vallisoletanos merecen respeto”, ha concluido Óscar Puente.

 

Declaraciones de Carmen Quintero, de la Asociación de Vecinos Rondilla: