El Grupo Municipal Socialista constata con hechos la falta de compromiso de Carnero: candidato a la fuerza, pacto oculto para ir al Senado y agenda sin las prioridades que necesita la ciudad
Cien días cumple el equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Valladolid con acciones regresivas y contradictorias en sostenibilidad, nulos avances en los proyectos comprometidos ante los vecinos y con un alcalde sin compromiso con la ciudad. Este es en síntesis el balance que realiza el Grupo Municipal Socialista sobre este periodo de gobierno PP-Vox.
En la agenda de Jesús Julio Carnero no figuran los temas prioritarios que deberían ocupar el tiempo de un alcalde, según el PSOE, como son las reuniones con las empresas Switch Mobility e InoBat para cerrar todos los aspectos necesarios para la construcción de las fábricas en Valladolid. Este es un dato que evidencia la falta de compromiso de Carnero, una persona que no quería ser candidato del PP, que ocultó a los ciudadanos el pacto para convertirse en senador y que día a día se despacha con una agenda vacía de contenido y llena de propaganda. Y hay un hecho más que certifica esta conclusión: la creación de la figura director de Coordinación de Políticas Públicas, un órgano innecesario que supondrá un coste para los ciudadanos de 156.762 euros y que generará disfunciones y problemas entre los concejales y entre los funcionarios. Esta y otras decisiones de Carnero están generando un gasto para el Ayuntamiento, como la subida de sueldos para las personas de su confianza y la contratación de un chófer exclusivo para él, a pesar de que hay conductores municipales.
En sostenibilidad las acciones caminan entre la regresión y la contradicción. El equipo de gobierno ha propuesto la eliminación de los carriles bici (incluido el de la Avenida de Gijón) y, sin embargo, Carnero anuncia un protocolo con el Ayuntamiento Zaratán para extender BIKI a este municipio. Se trata a todas luces de una simple declaración de intenciones, un anuncio propagandístico porque la realidad es que se suprimirá la única infraestructura segura para los ciclistas. Asimismo, la reducción de la Zona de Bajas Emisiones provocará una intensificación del tráfico del vehículo privado. Otra acción paradójica: el alcalde presenta la Semana de Movilidad con un recorrido en un bus de AUVASA y al mismo tiempo sigue adelante con la supresión de los carriles exclusivos para autobuses y taxis.
La salud de quienes vivimos en Valladolid tampoco sale beneficiada en esta etapa. Un ejemplo: el anuncio de la reforma del Puente del Poniente, con un gasto de 5 millones de euros, provocará más vehículos particulares circulando por el centro, más contaminación, más ruido y un deterioro del transporte público. Los efectos de ésta y otras medidas van en dirección contraria a los criterios de la Unión Europea. Y significativa ha sido la acción desarrollada por la Concejalía de Salud Pública para distribuir más de 7.000 ceniceros durante las fiestas, una medida criticada por la Asociación Española Contra el Cáncer y diversos colectivos médicos.
Sobre los proyectos anunciados en campaña electoral, la ciudadanía puede comprobar que los avances son nulos. Ni soterramiento, ni mejoras en el Estadio José Zorrilla, ni parador nacional. A pesar de que el convenio entre el Ayuntamiento de Valladolid y el club de fútbol estaba cerrado, el nuevo equipo de gobierno no ha hecho nada y el resultado es que no hay fecha para las obras de la ciudad deportiva, que ya podrían haber comenzado.
Las promesas a corto plazo tampoco han visto la luz: ¿Dónde está el anunciado plan de choque de limpieza? El tiempo ha demostrado que la ciudad estaba limpia.
¿Qué mejoras han llegado a la ciudad en estos tres meses?
Ha funcionado lo que ya estaba en marcha y planificado en el anterior mandato. En este tiempo se han puesto en funcionamiento los elevadores mecánicos que eliminan los 180 escalones entre los barrios Arturo Eyries y Parquesol (6,3 millones de euros) y el paso de Panaderos que supone una mejora evidente en la comunicación entre Delicias y el centro. También los ciudadanos han disfrutado de la Feria y las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo, cuyo programa quedó cerrado al 90%, y que lamentablemente no se completó con el concierto internacional que sí estaba previsto, y que descartó el nuevo regidor.
Y resaltar el éxito de la Vuelta Ciclista a España, cuya etapa contrarreloj se desarrolló el pasado 5 de septiembre en Valladolid gracias al acuerdo conseguido a primeros de año por el anterior equipo de gobierno.
La propaganda -una de las señas de identidad de la comunicación en la Junta de Castilla y León- también se práctica desde hace tres meses en el Ayuntamiento de Valladolid. Tres ejemplos: anuncian como si fuera una iniciativa la disponibilidad de la balconada de la Casa Consistorial para que las personas con discapacidad puedan ver los conciertos de las Fiestas y difunden a bombo y platillo el servicio de AUVASA a los campos de rugby de Pepe Rojo. Son dos acciones que las puso en marcha el anterior gobierno municipal presidido por Óscar Puente. Y tercer caso: se difunde en dos ocasiones en el plazo de un mes la concesión de 1,4 millones de euros de Fondos Europeos para el programa de mercados “MeVal”, la misma noticia con la intención de “colar” la información en los medios, y sin citar que son Fondos Europeos conseguidos en la anterior legislatura.
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