El histórico Puente Colgante –el primero de estas características construido en España hace 156 años- será sometido a una rehabilitación integral, según el proyecto adjudicado en la Junta de Gobierno a la empresa INGENIERIA Y DESARROLLO SOSTENIBLE SIGLO XXI S.L. El Ayuntamiento de Valladolid ha aprobado por 33.880 euros el expediente de contratación del servicio de redacción de anteproyecto, redacción de proyecto y de asistencia técnica a la dirección de las obras que mejorarán de forma sustancial el segundo puente que unió a finales del siglo XIX las dos orillas del Pisuerga.

El proyecto, considerando la complejidad de los trabajos a abordar, se ejecutará durante tres ejercicios, estando prevista la entrega y finalización en el año 2023. Luis Vélez, concejal de Movilidad y Espacio Urbano, ha justificado este contrato en “la necesidad de conservar en buen estado uno de los puentes más importantes de la ciudad; tiene pendiente una rehabilitación integral porque hasta la fecha se habían realizado reparaciones puntuales”.

El conjunto de las actuaciones de rehabilitación y las diferentes alternativas de tratamiento al tablero, deberán estar perfectamente definidas y valoradas, a fin de que el documento pueda ser sometido al examen y aprobación de la Comisión Territorial del Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León.

Se tendrán en cuenta criterios de accesibilidad universal, diseño para todos, sostenibilidad y protección ambiental y estricta protección patrimonial del bien catalogado sobre el que se pretende intervenir.

En el documento también se incluirán la definición de las obras de urbanización necesarias para completar la peatonalización total del puente, en concreto las necesarias tanto en su margen derecha, hasta la intersección con la avenida de Salamanca, como en su margen izquierda hasta el paseo del Cid.

El “Puente Colgante” (o Puente de Prado) es un puente sobre el río Pisuerga en la ciudad de Valladolid, sobre la calle a la que da nombre y uniendo la avenida de Salamanca con el Paseo de Zorrilla.

La estructura actual es un puente de tipo arco atirantado (bowstring) formado por dos grandes celosías metálicas que sujetan el tablero que se inauguró el 20 de abril de 1865, siendo el primer puente de su tipo construido en España.

Sobre su mismo emplazamiento se proyectó y se comenzó la construcción en 1852 de un auténtico puente Colgante, cuya ejecución quedó paralizada en 1854 cuando sólo se habían ejecutado los estribos. Es obvio que la segunda estructura heredó de la primera, además del emplazamiento y los estribos, engañosamente el nombre, que se mantiene hasta la actualidad.

Aunque sus partes fundamentales (estribos y arcos) se encuentran en su estado original, pronto debieron comenzar las obras de conservación y adaptación de esta estructura, en particular de su tablero. Ya en 1869, apenas cinco años después de su inauguración, fue necesario realizar unas obras de reparación del piso.

En 1889 se llevó a cabo un refuerzo de las vigas que soportan el tablero, y en 1916 se reformó la calzada, obras con las que el ligero peso de madera original fue sustituido por un firme convencional.

En 1995 la Junta de Castilla y León abordó una restauración completa de la estructura, con sustitución del piso del tablero con un trámex metálico para recuperar su ligereza original y tratamiento anticorrosión de la totalidad de las partes metálicas.

El 24 de enero de 1996 se abrió de nuevo al tráfico tras nueve meses de obras. La última intervención sobre este puente se produjo en 2009, cuando el Ayuntamiento de Valladolid lo repintó en color negro (su color anterior era un marrón muy oscuro, y en otras épocas estuvo pintado de diferentes tonos ocres, marrones y verdes) con fondos procedentes del Plan E del Gobierno de España.