El alcalde, Óscar Puente, acompañado por los miembros del equipo de gobierno municipal, ha participado en el homenaje a Miguel de Cervantes en el aniversario de su fallecimiento
Como cada año, al llegar el aniversario del fallecimiento de Miguel de Cervantes, fecha en que la comunidad internacional celebra el “Día del Libro”, la Corporación Municipal vallisoletana ha realizado una visita oficial a la casa que, entre 1604 y 1606, sirvió de alojamiento al ilustre escritor y a su familia, durante su estancia en nuestra ciudad al amparo de la corte del rey Felipe III.
El acalde, en su intervención durante el acto, ha señalado que “el pasado martes –23 de abril– fue un gran día de conmemoración, en el que todos los lectores del mundo celebramos nuestra condición como tales y brindamos por la suerte de sabernos beneficiados por el genio y el ingenio del autor del “Quijote”. En Valladolid, esta conmemoración se hizo sentir en toda su intensidad, como correspondía a una ciudad tan cervantina y cervantista como la nuestra. Los libreros de la ciudad sacaron el libro a la calle, concitando bajo la “marquesina de la plaza de España” a cientos de vallisoletanos; mientras los libreros de viejo, instalados en el paseo de Recoletos, hacían las delicias de los amantes de olor a tintas y papeles antiguos…»
El 23 de abril se ha convertido así, una vez más, en la avanzadilla perfecta de nuestra gran Feria del Libro, que en 2019 tendrá lugar, en la Plaza Mayor, entre el viernes 31 de mayo y el domingo 9 de junio; y cuyo programa cultural será presentado públicamente el próximo día 2 de mayo.
Para cualquier vallisoletano, ha continuado Puente, “es siempre sobrecogedor pensar que Miguel de Cervantes pudo aprender a leer y a escribir en Valladolid, cuando vivió en la villa de niño… Y es igualmente sobrecogedor pensar que los vallisoletanos bien pudieron disfrutar de la lectura de unos primeros ejemplares de El Quijote, meses antes de su distribución general en 1605…
La experiencia de estos y otros sobrecogimientos similares merodea la existencia de los vallisoletanos y hace que nos sintamos especialmente cerca y especialmente vinculados a la figura de don Miguel de Cervantes. Si a esto le añadimos que Valladolid pasa por ser una ciudad de esencia letraherida, en la que el libro y su cultura, incluso con todas sus crisis y aprietos, jamás ha dejado de ser una realidad amplísima y profundamente valorada…; es fácil entender por qué la efeméride que estamos celebrando, tiene siempre tanto seguimiento y despierta tanta expectación en la ciudadanía.
Con esta visita, el Ayuntamiento de Valladolid hace pública manifestación de su compromiso para con el universo de las letras, del libro y la lectura, encarnado en la figura de Miguel de Cervantes y de su gran obra: Don Quijote de la Mancha.
Decía Luis Astrana Marín que El Quijote de Cervantes fue saludado en el siglo XVII, con una carcajada; en el XVIII, con una sonrisa; y en el XIX, con una lágrima. Dejaremos que los filólogos y los hispanistas califiquen el significado que El Quijote llegó a tener en el siglo XX, e iremos directamente a la repercusión y el efecto que todos deseamos que El Quijote y todos los significados que lleva implícitos inflija en las comunidades lectoras del siglo XXI.
La lectura contemporánea de El Quijote, ha apuntado Puente, “debiera servirnos para renovar nuestro compromiso con los ideales de concordia, tolerancia y convivencia pacífica. Debiera, además, servirnos para recuperar la enseñanza cervantina sobre lo necesario que es hacer compatible la gloria y la humildad, la sencillez y la grandeza”.
El inmortal Alonso Quijano, el «Caballero de la Triste Figura», de espíritu tenaz, generoso y leal, dedicó su vida a difundir su idea del amor, el honor, la justicia y la paz, a un mundo que percibía moralmente degradado. Don Quijote empleó su tiempo, sus trabajos y su salud en conseguir el mejor de los mundos posibles, un mundo en el que habrían de reinar la verdad, la virtud y la belleza.
Fue Cervantes quien dijo que “No hay libro tan malo que no contenga algo bueno”. La lectura, el hecho reflexivo de la lectura, siempre ejercita valores aceptados por todos como “buenos”; como “excelentes”, diría yo. La lectura es positiva para el ser humano, lo prepara para ser mejor y lo diferencia de las bestias. No en vano el libro nos hizo entrar en esa Historia que se escribe con mayúscula…
Quienes tenemos alguna responsabilidad pública, ha recordado el alcalde, “debemos defender, proteger y potenciar el libro, como artículo de primera necesidad para la ciudadanía. Yo así lo creo y, por eso, celebro indisimuladamente la buena salud que comparten las distintas actividades de corte literario que la Concejalía de Cultura y Turismo de nuestro Ayuntamiento impulsa bajo el sello del programa “Valladolid Letraherido”, coordinado por el profesor y poeta Pedro Ojeda”.
“Valladolid Letraherido” aspira a que los vallisoletanos lleven muy a gala vivir rodeados de sensibilidad lectora, de creatividad literaria, de emoción lingüística… Para los vallisoletanos, el libro no es una opción más. Es “la mejor opción”, la mejor herramienta para combatir ese gregarismo contemporáneo que tan peligrosamente anula el criterio y los valores del individuo y la fortaleza y unicidad que nos confiere nuestra capacidad de abstracción.
Uno de los momentos centrales del “Año Letraherido” vallisoletano será el acto de nombramiento del “Letraherido o Letraherida del año”, que la ciudad llevará a cabo el próximo sábado 22 de junio, en la plaza de la Fuente de la Fama del Campo Grande.
En el marco de dicho acto –una velada cultural popular que esperamos tenga un gran seguimiento–, la ciudad “coronará” como “Letraherido del Año”, a semejanza de la “coronación” de José Zorrilla como “poeta nacional” el 22 de junio de 1889, en La Alhambra de Granada, hace exactamente 130 años, a un vallisoletano vinculado al mundo de las letras, cuyo talento y virtuosismo letraherido sea admirado y reconocido de forma general por la comunidad letraherida global.
Puente, ha anunciado públicamente que, en 2019, este nombramiento recaerá en la persona de nuestro paisano, el prestigioso dramaturgo José Luis Alonso de Santos, cuyos méritos no necesitan aclaración y cuyo homenaje estamos diseñando con el cuidado y el esmero que la ocasión y su protagonista personaje merecen.
El alcalde ha concluido su intervención invitando a todos los vallisoletanos a participar en la intensa vida literaria de Valladolid.
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