El alcalde, Óscar Puente, ha presidido el acto de homenaje a los trabajadores municipales represaliados en 1936 celebrado en la Casa Consistorial, al que, además de distintos miembros de la Corporación Municipal, han asistido el artista Manuel Sierra, el secretario general de CC.OO. de Castilla y León, Vicente Andrés, y el secretario general de UGT de Castilla y León, Faustino Temprano.

Tras el golpe de Estado que se produjo en julio de 1936, en Valladolid, al igual que ocurrió en muchas otras ciudades de España, se desató una cruenta represión contra personas que se habían significado en la defensa del sistema democrático constitucional vigente y de sus instituciones.

Esa represión afectó también a trabajadores y trabajadoras que desarrollaban su labor en este Ayuntamiento, que acabaron asesinados, encarcelados, cesados o sancionados por su posicionamiento en favor de la legalidad.

Un reciente trabajo de investigación, llevado a cabo por María Jesús Izquierdo García y José Mariano Rodríguez Rico, ha permitido conocer el número y la identidad de los empleados municipales represaliados. Hablamos de ordenanzas, de personal de oficinas, mercados, mataderos, cementerios, de vigilantes, carpinteros, electricistas, bomberos, jardineros, barrenderos, policías, matronas…

«Hoy, 1 de mayo, el día de los trabajadores y las trabajadoras, el Ayuntamiento de Valladolid tributa un homenaje a los y las empleadas municipales que sufrieron represión a raíz de aquel golpe de Estado, de la Guerra Civil y de la dictadura franquista, homenaje que se hace extensivo a todas las personas trabajadoras de nuestra ciudad que fueron represaliados en aquellos aciagos episodios de la historia de España. Se da con ello cumplimiento a la moción aprobada por el pleno de la Corporación Municipal, celebrado el pasado 5 de abril, «para la restitución pública del personal trabajador del Ayuntamiento de Valladolid represaliado durante el franquismo«, que contó con el respaldo de los Grupos Municipales Socialista, Popular, Ciudadanos y Valladolid Toma la Palabra» ha señalado durante su intervención el alcalde, que ha continuado explicando que «de la investigación anteriormente mencionada se desprende, sin perjuicio de que el listado pueda verse incrementado a partir de futuros estudios, que 21 trabajadores municipales fueron asesinados; de ellos,16 fueron ejecutados de manera extrajudicial sin mediar juicio, dos murieron en la cárcel y tres fueron fusilados tras sentencias judiciales. Además, 55 personas pertenecientes a la plantilla municipal sufrieron pena de cárcel y 144 diversas sanciones, que iban desde la destitución a la suspensión de empleo y sueldo. Según los datos que aportan Izquierdo y Rodríguez, 238 personas de la plantilla del Ayuntamiento de Valladolid en 1936, que ascendía a 952 personas, sufrieron expedientes de depuración».

A todas ellas se ha querido recordar en este acto, y de manera especial a quienes fueron asesinadas. El alcalde las ha nombrado una por una, citando sus nombres y empleos:

  • Isaías Bravo de Frutos. Guardia municipal.
  • Juan Carbajosa Cubero. Oficial de Secretaría General.
  • Miguel Castellano Hernández. Alarife.
  • Teódulo de Castro Fernández. Escobero.
  • Manuel Cortés Fernández. Mecánico electricista.
  • Darío Cortijo Arrontes. Ordenanza.
  • Pablo Díez Bermejo. Portero del cementerio.
  • Lázaro Díez Puente. Escobero.
  • Francisco Duque Domínguez. Escobero.
  • Alberto García Martín. Guarda-peón del cementerio.
  • Valentín Hernández Burón. Escobero
  • Félix Martín Gutiérrez. Carpintero.
  • Marcial Mínguez Repiso. Guardia municipal
  • Aquilino Otazo Tordable. Jefe de bomberos.
  • Eladio Pérez Heras. Jefe del matadero municipal.
  • Mariano Pérez Medina. Jardinero.
  • Dimas Sansierra Izcara. Bombero.
  • Francisco Santamaría González. Guardia municipal.
  • Arsenio Santos Sáez. Administrador del mercado del Val.
  • Isidoro Valseca Rodríguez. Bombero.
  • y Nicéforo Velasco Rodríguez. Inspector veterinario del matadero municipal.

«Su misma trágica suerte – ha proseguido Puente – corrieron el alcalde Antonio García Quintana y los concejales José Garrote Tebar, Alfredo García Conde, Eusebio González Suárez, Apolinar Polanco Criado y Juan Moreno Mateo, así como el primer alcalde de la República de Valladolid, Federico Landrove, y el que fuera concejal responsable de la municipalización del alumbrado público, Eugenio Curiel».

En recuerdo de todas esas personas asesinadas, se ha guardado un minuto de silencio.

El artista Manuel Sierra es el autor de la escultura que va a recordar en el vestíbulo de la Casa Consistorial a los trabajadores y trabajadoras represaliadas, que incluye los nombres de quienes fueron asesinados. Junto a la escultura se dispone una placa que incorpora un código QR da acceso a la información aportada por la investigación de María Jesús Izquierdo y José Mariano Rodríguez.

La escultura tiene como base una raíz de nogal que va suspendida en un prisma de hierro y por la que se distribuyen 21 cantos rodados, que representan a los 21 trabajadores homenajeados con su nombre en cada uno de ellos acompañados por dibujos de distintos pájaros.

Tras la intervención del alcalde, han expresado también su recuerdo para los homenajeados el secretario general de Comisiones Obreras de Castilla y León, Vicente Andrés, y el secretario provincial de la Unión General de Trabajadores de Castilla y León, Luis Rivera. El acto lo ha cerrado, con unas emotivas palabras, Antonio Valseca, bisnieto de Isidoro Valseca, uno de los trabajadores a los que se ha rendido homenaje hoy.